Un año. Doce meses. Cuarenta y ocho semanas. Trescientos sesenta y cinco días. Acontecimientos que pueden cambiar el curso de tu vida 180º e incluso 360º. Llegas a cambiar de ambiente, de forma de ser, de amigos, de forma de pensar... Cometes errores y aprendes. Ganas amigos pero también los pierdes y te parece increíble que todo lo que hayais vivido se reduzca a nada, a un simple saludo cuando os cruzais por la calle por casualidad. También te enamoras. Te pasas el día en las nubes y a veces quieres bajar pero no puedes. Te has tomado todo un año para desenamorarte pero no lo has conseguido. Vaya.
Has cambiado y te alegras de ello. Y aquí estás, estrenando otro verano, con ilusiones y esperanzas de que sea todavía más inolvidable que el anterior porque... Ya no eres la misma, has cambiado para mejor.